viernes, 21 de mayo de 2010

Dos Amantes (Two Lovers)

Cuando entre tanta comedieta romántica ridícula ya habíamos abandonado la esperanza de encontrar una gran película de esas que de verdad emocionan, ha llegado James Gray, que nos tenía acostumbrados a rodar (excelentemente) argumentos policíacos, para ofrecernos una de esas películas que no se olvidan.

La historia de Leonard (Joaquin Phoenix), que podría ser un pagafantas pero que no se resigna a renunciar a la mujer de sus sueños, está extraordinariamente bien contada. Desde el contundente inicio que refleja su desesperación hasta ese final que nos deja sin palabras y con un nudo en la garganta, todo parece creíble, cercano, natural. Un milagro porque es difícil tener a Gwyneth Paltrow como vecina de enfrente y a Vinessa Shaw como rendida pretendiente.


Y parte del milagro llega de unos actores asombrosos: Joaquin Phoenix siempre ha parecido un poco perturbado, y aquí está perfecto aportando indefensión y llorando como muy pocos actores son capaces de hacerlo. Gwyneth Paltrow necesitaba un gran papel, que le ha llegado con la autodestructiva, adorable y odiosa Michelle. Y la reaparición de Isabella Rossellini sin sombra de bisturí en su cara aporta una mirada perpleja y comprensiva.

Nunca olvidaremos ese patio, esa azotea, ni esa playa. Todo un clásico de culto desde ya.

jueves, 20 de mayo de 2010

Robin Hood

Hay periodos de la Historia que han atraído especialmente al cine. Claramente un caso es el de Enrique VIII y su hija Isabel. Pero hay otro quizá menos recordado en el que se han basado numerosas películas: El reinado de Enrique II y sus sucesores Ricardo y Juan. Desde su tumultuosa relación con Thomas Becket hasta su tormentoso matrimonio con Leonor de Aquitania pasando por las luchas de poder entre sus hijos, todo ha sido diseccionado con mayor o menor rigor en algunos filmes memorables (Becket, El león en invierno)


Aparte, la leyenda del arquero de Sherwood que roba a los ricos para dárselo a los pobres, enfrentado al Rey Juan, también ha generado horas y horas de cine, desde los clásicos de Errol Flynn y Disney hasta el horror de los 90 con Kevin Costner a ritmo de Bryan Adams. Ahora, Ridley Scott retoma el tema para hacer una innecesaria nueva versión del mito.


Con un pretendido rigor histórico que, sin embargo, parece extraído en la wikipedia, se narran los años anteriores a su etapa como proscrito. El regreso de las Cruzadas junto a Ricardo es el punto de partida. Con una ambientación excelente, un ritmo endiablado y un dominio de la narración que muy pocos como Scott poseen, Robin Hood entretiene pero adolece de tres defectos que dañan gravemente al conjunto:

* Un embotado y pasado de cervezas Russell Crowe no es nada creíble como ágil guerrero de regreso de una guerra en la que debería haber pasado mucha hambre.
* Su romance con la gélida Cate parecequemehetragadounsable Blanchett es de lo más inverosímil y asexuado que hemos visto nunca.
* Seguimos teniendo la sensación de que Ridley Scott rueda con el piloto automático, con brillantez pero sin pasión, como si supiese que nunca más podrá repetir la maestría de Alien, Blade Runner o Thelma y Louise.


Al final, lo mejor está en el villano interpretado por Mark Strong, muy por encima del resto del reparto y especialmente de un pésimo Oscar Isaac (Juan) pasado de saliva en todos los discursos que le tocan en el guión.

domingo, 16 de mayo de 2010

Canino


La experiencia que nos propone Canino se parece a la que en su día tuvimos al descubrir a Michael Haneke o Atom Egoyan. Pocas veces tenemos el placer de encontrar a un director que trae ideas nuevas, rupturistas, revolucionarias y si en su día gozamos y nos revolvimos con Funny Games, El Liquidador o Exotica, ahora llega de Grecia lo más extraño y apasionante que hemos visto en mucho tiempo.

Con una narración aparentemente sencilla y escasos o casi nulos medios materiales, Giorgos Lanthimos nos introduce en un mundo asfixiante, paradójico, surrealista, inquietante, delirante. La familia sobreprotectora como cárcel, la educación como manipulación y el cine como liberación (curioso el papel que juegan Rocky y Tiburón en el desenlace de la película). Parábola social y política, especialmente potente en los tiempos que corren, plagados de miedos al exterior (fomentados desde casa o desde la televisión), Canino consigue con su abrumadora humildad divertirnos, fascinarnos, aterrorizarnos y, sobre todo, dejarnos petrificados en la butaca.
No es una película para recomendar. Quién se atreva a verla puede salir escandalizado, asqueado o maravillado. Y es que observar la miseria humana en todo su esplendor no siempre es fácil ni agradable. Pero seguro que a Buñuel le habría encantado Canino, una sorpresa tremendamente estimulante.

sábado, 15 de mayo de 2010

Nausicaa del Valle del Viento


De nuevo una película de dibujos animados de Hayao Mayazaki se estrena en España exclusivamente en versión original y para público adulto. Y de nuevo se da por hecho que a los niños no puede interesarles nada de este director…

En este caso no se trata propiamente de un estreno. La cinta llega aquí nada menos que 26 años después de su estreno en Japón para proponernos un extraño viaje a un mundo (¿medieval? ¿futurista?) invadido por un hongo tóxico que sólo respeta el remoto Valle del Viento, en el que vive Nausicaa, una niña que utiliza un insólito aparato para volar y que tendrá papel fundamental en la supervivencia de su comunidad.

Lejos de cualquier otra historia de ciencia ficción, con un mensaje ecologista algo reiterativo y un trazo que hoy se ve bastante primitivo, Miyazaki ya demostró en esta, su primera película, su capacidad para sorprendernos y casi alucinarnos con extravagantes relatos llenos de encanto que casi siempre consiguen fascinar. Aunque posteriormente mejoraría el estilo y limaría aristas, nada mejor para recordar el año 84 que pasar una tarde con Nausicaa.

viernes, 7 de mayo de 2010

La Nana


El cartel de La Nana nos sugiere que podríamos estar cerca de A merced del odio. En aquel clásico de terror de la Hammer, Bette Davis podía ser una perturbada o no, o tal vez los perturbados eran los niños a los que cuidaba. Sin embargo, la película resulta ser más bien una mirada entre nostálgica y perpleja al mundo de las chachas que vivieron con el director que, como la mayoría de los artistas latinoamericanos, procede de una familia más que acomodada y muestra algo de mala conciencia por ello (otros directamente reniegan de sus orígenes)

Con un comienzo inquietante, un desarrollo entre morboso (la protagonista que lo ve y lo fiscaliza todo, incluso las pajas del adolescente de la casa) y cómico (la lucha de titanas con las rivales que le meten en casa), finalmente el director muestra sus cartas: Quiere homenajear a esas entrañables mujeres que, con sus defectos y virtudes, le cuidaron y le hicieron tan estupendo como es.

Lo pasamos bien viendo La Nana, y hasta nos genera cierta incomodidad. Lástima que no apueste más por el tono salvaje que apunta al principio y que podría emparentar a Catalina Saavedra con la Davis o con las protagonistas de La Ceremonia de Chabrol.