lunes, 30 de agosto de 2010

Toy Story 3

La película del verano es sin lugar a dudas ésta. Si el año pasado en este blog se ponía a caldo Up por los excesos de almíbar y lo absurdo de su historia, ahora toca reconocer que Toy Story 3 es un hito en la historia de Pixar y en la de la animación.

Si la primera parte de Una Historia de Juguetes flaqueaba por su corrección política y por hacer un drama excesivo a partir de la obsesión americana por competir, en la segunda parte un argumento más propio del cine de acción enganchaba y divertía. Pero lo que se nos ofrece ahora supera todo lo anterior.
Tomando como referencia el género carcelario y el terror, bajo una apariencia amable para toda la familia, se esconden agridulces reflexiones sobre el abandono y el paso de la infancia a la edad adulta. Con un guión de hierro y unos secundarios memorables, el director Lee Unkrich (de los más brillantes de la casa, suyas son Buscando a Nemo y Monstruos S.A.) consigue lo más difícil: Divertir a partir de una trama de aventuras pero también emocionar profundamente con unos personajes sensacionales (ay, ese peluche Abracitos) y con escenas auténticamente memorables, especialmente los diez minutos finales que difícilmente le dejarán el lagrimal seco a alguien.

Como escribe Popy Blasco en su blog, Toy Story 3 no se merece el Oscar sino el Nobel.

viernes, 27 de agosto de 2010

El Silencio de Lorna

Los Hermanos Dardenne de caracterizan por un cine seco, sin concesiones, con tramas que podrían considerarse de cine social con la diferencia de que sus personajes no están nada idealizados. Por ser pobres o estar explotados normalmente no son mejores personas que sus explotadores.

En El silencia de Lorna dulcifican relativamente su discurso. La protagonista está inmersa en una trama de bodas de conveniencia que a veces le hace actuar de manera deplorable, pero en esta ocasión su relación con el marido heroinómano la redime frente a otros personajes de los directores, como la tremenda Rosetta (Palma de Oro en Cannes)


Aquí Lorna (y especialmente su marido) actúan como contrapunto a un mundo sucio y despiadado en el que los sentimientos no cuentan. Con un retrato muy realista de la adicción a las drogas en la primera parte de la película, los Dardenne consiguen algunos de los mejores momentos de su filmografía (el mono que acaba en polvo, el internamiento en el hospital, la despedida en la bicicleta seguida de una excelente elipsis). La segunda parte no está a la altura, aunque ese final abstracto e inverosímil que ha sido tan criticado tiene el encanto de las rarezas.

domingo, 15 de agosto de 2010

Origen (Inception)

Tras un inexplicable despliegue de energía para volver a la cansina historia de Batman, Christopher Nolan regresa al terreno más interesante de su filmografía. Si Insomnio y El truco final fueron intentos en parte fallidos por recuperar un estilo y una personalidad que dejaron a medio mundo boquiabierto con Memento, ahora, Origen se convierte en su mejor película desde aquella historia contada al revés, una inalcanzable obra maestra que gana enteros con el tiempo.

El talento como narrador de Nolan es abrumador. Su virtuosismo técnico también. En El Caballero Oscuro saturaba e irritaba. Aquí pese al ruido atronador deslumbra su capacidad para manejar una sensacional historia sobre el papel tremendamente compleja y hacerla accesible. Con referencias que van desde Matrix hasta Kubrick, la descripción del mundo de los sueños, su influencia en nuestras emociones y la aterradora posibilidad de manipularlos se disfraza de gran espectáculo de acción. El montaje, la música, los actores, los escenarios, los efectos especiales, esos paisajes oníricos, ese impresionante tour de force mientras la furgoneta cae durante nada menos que 45 minutos… Todo encaja en un gigantesco puzzle que parece tener millones de piezas. Ese puzzle sólo podía completarlo un director privilegiado. Y sólo un director privilegiado podía hacérselo entender a públicos masivos.Origen se sitúa desde ya entre lo mejor de la ciencia ficción de todos los tiempos y está llamada a tener decenas de imitaciones. Imprescindible.

viernes, 6 de agosto de 2010

Splice: Experimento Mortal

Poca fe tienen los distribuidores en esta película cuando la estrenan en cuatro cines y casi de tapadillo en agosto. Lo curioso es que su director, Vincenzo Natali, es el autor de una obra de culto indiscutible entre los aficionados al terror: Cube. Sin embargo, parece que nadie confía en que pueda competir con Pesadilla en Elm Street en la cartelera.

Tomando como ilustre referencia el cine de seres deformes de la añorada primera etapa de David Cronenberg, Natali consigue hacernos disfrutar lo indecible a los fans de este tipo de cine. Con frialdad típica canadiense y un estimulante tono de cuento cruel, nos introduce en la retorcida historia de dos científicos ambiciosos (sensacionales Adrien Brody y Sarah Polley) cuyos experimentos acaban totalmente fuera de control, física y emocionalmente.


Con sorprendentes ramificaciones morales (la oscura infancia de ella que aparece en sus decisiones de la segunda parte, las terribles dudas sobre si matar a un ser vivo de inquietante futuro cuando se le quiere casi como a un hijo, el sexo malsano con connotaciones incestuosas) y alguna escena antológica (especialmente esa junta de accionistas en la que nada sale como se esperaba), Splice toma el relevo de lo que el año pasado fue Arrástrame al infierno para los aficionados al terror: El oasis en medio del secarral veraniego que nos devuelve a los mejores autores del género en plena forma.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Una hora más en Canarias

El éxito de El otro lado de la cama le pareció a su guionista David Serrano mérito exclusivo de él mismo. Lo que aportó el director Emilio Martínez Lázaro era irrelevante y se lanzó a la dirección. De ahí surgió un gran éxito (Días de fútbol) y un rotundo fracaso (Días de cine). Pero en los dos casos demostró que no conocía el oficio y que los resultados eran desastrosos, al menos artísticamente.

Ahora lo vuelve a intentar con Una hora más en Canarias. Su discreta recaudación la aúpa, pese a todo, como la película española más taquillera del verano. No había competencia, pero también es verdad que tiene una clara relación ética y estética con los subproductos que triunfan en audiencia en la TDT.

Con un look tercermundista, una puesta en escena lamentable y unos diálogos de besugos y besugas, esta película entronca directamente con lo más idiota de “nuestro” cine. Por ejemplo, esas comedietas turísticas tipo En un lugar de La Manga.

El director dice que pretendía hacer un anti-musical. Más bien da la sensación de que era incapaz de rodar con solvencia las coreografías o se quedó sin dinero a mitad de la película y tuvo que recurrir, para encontrar financiación, a menciones publicitarias en los diálogos que nos dejan con la boca abierta hasta a los que conocemos el sector.
Al final más que un anti-musical, ha rodado una anti-película. Incluso, hay a quién le gusta. Increíble.