Lo último es este Discurso del Rey. Con un clasicismo que se agradece mucho en estos tiempos de películas histéricas, tours de force imposibles y formas narrativas indescifrables, Tom Hooper empieza en el principio y acaba por el final apasionándonos con la historia del tartamudo Jorge VI. Impecablemente rodada y excepcionalmente dirigida, los 15 minutos finales son de los que no se olvidan nunca.
Por supuesto, gran parte del mérito la tienen unos actores sensacionales (ver esta película doblada es una opción que nadie se debe plantear), empezando por Colin Firth, Oscar fijo en la quiniela de 2011, y siguiendo por Geoffrey Rush, que como ya tiene uno seguramente este año no le toca. En cuanto a Helena Bonham Carter, está estupenda recién duchada y peinada lejos de la madriguera en la que parece que la mete su marido Tim Burton.
En fin, que los que veíamos en la tele a la borrachina Reina Madre con 90 años poco podíamos imaginar lo gran lideresa que fue en la II Guerra Mundial y lo mucho que apoyó a su talentoso marido. O tal vez todo sea un poco exagerado, pero es lo que tienen las grandes películas, que nos las creemos aunque seamos republicanos. Y ojo que a lo mejor tenemos sorpresa en el Oscar al mejor director y se lo queda Hooper frente al favorito Fincher….