El director de Terminador Salvation se llama McG (casi el nombre de un androide) y ha declarado: “Seguro que Michael Bay la tiene muy grande pero a veces me gusta pensar que yo la tengo más grande que él”. Se trata de toda una declaración de principios y de una frase que sin duda califica por si sola a quién la pronuncia. Si para McG el referente es uno de los peores directores de los últimos siglos, el creador del plano de 30 segundos y de ese horror llamado “Pearl Harbour”, deberíamos prepararnos para lo peor.
Luego resulta que como su obra más conocida,“Los angeles de Charlie”, la película no es tan mala como esperábamos, y él no es tan mal director como Bay (por eso tiene menos éxito), pero en este caso los referentes son los Terminators de James Cameron, y eso son palabras mayores.
En Terminator Salvation es imposible encontrar coherencia de ningún tipo con el resto de películas de la saga, ya que las idas y venidas en el tiempo han creado tal rompecabezas que no hay guionista que lo descifre. En este caso la opción ha sido hacerlo todo más atronador, multiplicar la testosterona y al protagonista por 2 (aquí John Connor casi es un secundario) e intentar que todo sea lo bastante incomprensible para que los seguidores de Terminator no puedan pillar gazapos de importancia.
Brillan algunas escenas de acción y otras (la del campo de minas) parecen salidas del peor Van Damme. En cualquier caso quien vaya a ver una cuarta parte de Terminator dirigida por McG sabe a lo que va. Así que allá vosotros.
Luego resulta que como su obra más conocida,“Los angeles de Charlie”, la película no es tan mala como esperábamos, y él no es tan mal director como Bay (por eso tiene menos éxito), pero en este caso los referentes son los Terminators de James Cameron, y eso son palabras mayores.
En Terminator Salvation es imposible encontrar coherencia de ningún tipo con el resto de películas de la saga, ya que las idas y venidas en el tiempo han creado tal rompecabezas que no hay guionista que lo descifre. En este caso la opción ha sido hacerlo todo más atronador, multiplicar la testosterona y al protagonista por 2 (aquí John Connor casi es un secundario) e intentar que todo sea lo bastante incomprensible para que los seguidores de Terminator no puedan pillar gazapos de importancia.
Brillan algunas escenas de acción y otras (la del campo de minas) parecen salidas del peor Van Damme. En cualquier caso quien vaya a ver una cuarta parte de Terminator dirigida por McG sabe a lo que va. Así que allá vosotros.
Pues a mí me gustó la peli
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