Jason Reitman venía de dirigir la estupenda Juno. Se esperaba bastante de su siguiente película. Y nos llega En el aire, que comienza con unos interesantes títulos de crédito que prometen mucho. El comienzo de la historia engancha. Es una narración fácil de seguir, con diálogos que se creen a sí mismos muy inteligentes y merecedores del Oscar.
Hacia la mitad del metraje, nos damos cuenta de que los personajes son repugnantes. George Clooney es un profesional muy pagado de sí mismo que se dedica a despedir a la gente y cuya única meta en la vida es acumular puntos de la equivalente americana a la Iberia Plus. Vera Farmiga va de súper woman pero entre líneas intuimos que detrás de su bótox facial y su sonrisa falsa se esconde una ejecutiva cabrona. Y Ana Kendrick es una insoportable niñata que cada vez que abre la boca dan ganas de suicidarse.
Y al final reflexionamos. ¿Realmente nos importa la vida de esta gente tan repulsiva, que tienen un alto concepto de sí misma, pero que esconde el vacío absoluto? ¿Debemos pagar una entrada para ver durante hora y media un largo spot comercial de American Airlines, Hoteles Hilton y Hertz?
Que no se pierdan En el Aire los fans de George Clooney porque aquí van a encontrar todo su catálogo de irritantes sonrisitas, muecas y tics. También los interesados en conocer a dos de las rivales de Penélope Cruz en los Oscars. Y por supuesto, todos los aspirantes a pertenecer a la jet set y a llevar una vida tan apasionante como la del protagonista, conseguir tarjetas y disfrutar de los Hoteles Hilton. Aunque ojo, la moraleja final es que esto no da la felicidad y que es mejor casarse… Eso ya lo habíamos visto en Pretty Woman.
Hacia la mitad del metraje, nos damos cuenta de que los personajes son repugnantes. George Clooney es un profesional muy pagado de sí mismo que se dedica a despedir a la gente y cuya única meta en la vida es acumular puntos de la equivalente americana a la Iberia Plus. Vera Farmiga va de súper woman pero entre líneas intuimos que detrás de su bótox facial y su sonrisa falsa se esconde una ejecutiva cabrona. Y Ana Kendrick es una insoportable niñata que cada vez que abre la boca dan ganas de suicidarse.
Y al final reflexionamos. ¿Realmente nos importa la vida de esta gente tan repulsiva, que tienen un alto concepto de sí misma, pero que esconde el vacío absoluto? ¿Debemos pagar una entrada para ver durante hora y media un largo spot comercial de American Airlines, Hoteles Hilton y Hertz?
Que no se pierdan En el Aire los fans de George Clooney porque aquí van a encontrar todo su catálogo de irritantes sonrisitas, muecas y tics. También los interesados en conocer a dos de las rivales de Penélope Cruz en los Oscars. Y por supuesto, todos los aspirantes a pertenecer a la jet set y a llevar una vida tan apasionante como la del protagonista, conseguir tarjetas y disfrutar de los Hoteles Hilton. Aunque ojo, la moraleja final es que esto no da la felicidad y que es mejor casarse… Eso ya lo habíamos visto en Pretty Woman.
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