miércoles, 16 de febrero de 2011

127 Horas


Tras ganar muchos Oscars con Slumdog Millonaire, Danny Boyle ya dejó dos cosas claras:


* Que sabe tocar determinadas fibras que implican premio
* Que por tocarlas se pone a la mitad de la crítica en contra.

Efectivamente, a los amantes del cine iraní les irritó profundamente que la incursión del director en la India tuviese un toque dinámico y comercial, aunque es cierto que había mucho de visión turística y tópica.

Con 127 horas pasa algo parecido. Ha indignado que para contar la historia real de un montañero yanki atrapado varios días en una grieta se haya tomado ciertas licencias como mostrar sueños lisérgicos, recuerdos familiares o alucinaciones del protagonista, un esforzadísimo James Franco (candidato al Oscar aunque con nulas posibilidades de ganarlo)

Visto el resultado, la opción es perfectamente legítima: La narración engancha y no aburre como sucedía en Enterrado, cuya estricta premisa acababa con bostezos por el poco juego que daba el ataúd. Otra cosa es que haya excesos histéricos de los que se debería haber prescindido (las risas enlatadas) y que la parte final mereciese un mayor desarrollo. Pero la hiperactividad formal es marca de Boyle, que aquí no firma su mejor trabajo pero que demuestra su eficacia como narrador.

6 Candidaturas Oscar 2011: Película, Actor (James Franco), Guión Adaptado, Música, Canción (Dido, “If I Rise”) y Montaje.


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