También la Lluvia

Tras un año nefasto para el cine español (si bien la taquilla ha sido mala para todos), 2011 ha comenzado con cierto éxito para También la Lluvia. Icíar Bollaín dirige un guión de su compañero sentimental Paul Laverty y, como siempre, no renuncia a su militancia política para dejar muy claro lo que piensa sobre la situación en algunos países de Latinoamérica, la corrupción de sus gobiernos y lo malas que son las grandes empresas multinacionales.

Aunque todo esto es de manual en cualquier película “comprometida” que se precie, Bollaín tiene una habilidad extrema para enganchar con sus historias, dar los matices justos para evitar el panfleto, y emocionar con dosis muy medidas de melodrama.

Con un reparto irregular en el que destacan Karra Elejalde y Luis Tosar y desconcierta Gael García Bernal (tal vez su papel es el más flojo de todos) y con una segunda parte muy superior a la primera (en la que a veces de bordea el ridículo en una superficial revisión de la Conquista de América), la directora plantea dilemas morales e hipocresías concienciadas y nos convence de su oficio resolviendo eficazmente un circo de tres pistas que incluye el conflicto personal, el cine dentro del cine y la gestión de un rodaje que se adivina complicado.

Y, además, se ha llevado de calle a la academia de cine con un montón de candidaturas a los Goya, aunque en las categorías importantes parece que este año le toca a Agustín Villaronga y su Pan Negro.