El 6 de octubre se cumplieron 20 años de la muerte de Bette Davis. A muchos de los que crecimos viendo en televisión sus películas nos entristece que la caja tonta la haya olvidado por completo. Estos tiempos de mediocridad tal vez hagan posible que, en breve, la que fue un ídolo de masas y símbolo de la cultura popular del Siglo XX quede relegada a objeto de culto por carcas nostálgicos o ratas de filmoteca. Su talento era demasiado grande para un mundo que es cada vez más intelectualmente pequeño.
Recordemos 10 películas imprescindibles, en las que esa mirada inmortal quedará para siempre en las retinas de los que disfrutamos viéndolas:
Cautivo del Deseo (John Cromwell, 1934): “Sobre la servidumbre humana” es la traducción literal del título original de esta adaptación de una novela de Somerset Maugham. Aquí Bette compuso a una malvada antológica, que le valió su primera candidatura al Oscar. Un melodrama excepcional que resiste una y mil revisiones.
Jezabel (William Wyler, 1938): Como compensación por no haber obtenido el ansiado papel de protagonista en Lo que el viento se llevó, la Warner ofreció a Davis el de Julie, otra Escarlata O’Hara sureña cuyo egoísmo inicial le llevará a un purgatorio terrenal del que saldrá redimida. Segundo y último Oscar de su carrera (aunque sería candidata 8 veces más) y primera colaboración con Willian Wyler, uno de los más grandes directores de todos los tiempos. Juntos, nos regalarían otras obras maestras.
Amarga Victoria (Edmund Goulding, 1939): Un director mediocre, una historia que nos remite a un Estrenos TV de sobremesa, pero una película que se hace grande e inolvidable por la interpretación de una actriz. Su retrato de una enferma terminal intentando aprovechar sus últimos días conmueve y emociona.
La Carta (William Wyler, 1940): El flashback es aquí el recurso utilizado para engañar al espectador como la protagonista engaña a los que la rodean. Historia de una pasión desbocada con final trágico, La Carta es un todo un clásico del drama mezclado con elementos criminales. Incluso fue objeto de un remake protagonizado por Lee Remick.
La Loba (William Wyler, 1941): Regina Giddens es una de las cumbres de la carrera de Bette Davis. Despiadada y ambiciosa, la escena en la que deja morir a su marido en pleno ataque al corazón es una de las más impactantes que se han visto nunca en pantalla. La adaptación de la obra de Lillian Hellman queda como una conjunción de talentos extraordinaria y como un retrato del egoísmo plenamente vigente 68 años después.
La Extraña Pasajera (Irving Rapper, 1942): Uno de los mayores éxitos en taquilla de su tiempo. La protagonista es una solterona que huye en un barco de su vida anterior y se reinventa a sí misma para acabar encontrando el amor que buscaba. Otra mujer fuerte, que supera las restricciones de la época con la que se identificaron millones de espectadoras. Tal vez la película no ha soportado bien el paso de los años, pero queda como un interesante documento sociológico.
Más allá del bosque (King Vidor, 1949): Como no podía ser menos, la unión de Davis y King Vidor dio un resultado explosivo. Rosa Moline es una Madame Bovary americana, harta de su vida mediocre y de su bondadoso marido que no duda en tirarse de un coche en marcha para abortar y poder huir con su multimillonario amante. Desmelado melodrama donde los haya, toda una gozada para los amantes del género.
Eva al Desnudo (Joseph L. Mankiewicz, 1950): Obra maestra absoluta, situada entre las cien mejores películas de la historia por todos los que la han visto, este retrato sobre el mundo del teatro y sobre el mundo en general sigue teniendo una vigencia absoluta. Un guión perfecto, una historia absorbente y unas interpretaciones antológicas entre las que, además de una Davis que con una mirada fulmina y lo dice todo, sobresale Anne Baxter como la Eva del título, una trepa falsa y despiadada, capaz de cualquier traición por lograr sus objetivos.
¿Qué fue de Baby Jane? (Robert Aldrich, 1962): Un clásico del cine de terror, en el que la ex niña prodigio Baby Jane Hudson (Davis) hace la vida imposible a su hermana inválida, Joan Crawford, a la que envidia y detesta. Es legendario el enfrentamiento que las dos divas tuvieron en el set. Muchos años después Bette declaró “He encontrado las palabras para describir a Crawford, pero yo no uso ese vocabulario en público”. Inolvidable la escena de la rata.
El Aniversario (Roy Ward Baker, 1968): Con 60 años, Davis ya llevaba un lustro encasillada en papeles de vieja loca en películas de terror por el éxito de Baby Jane. El aniversario es seguramente su último gran papel. Ella está impactante como madre posesiva y despiadada (y con un parche en el ojo) en esta producción de la legendaria Hammer.
Recordemos 10 películas imprescindibles, en las que esa mirada inmortal quedará para siempre en las retinas de los que disfrutamos viéndolas:
Cautivo del Deseo (John Cromwell, 1934): “Sobre la servidumbre humana” es la traducción literal del título original de esta adaptación de una novela de Somerset Maugham. Aquí Bette compuso a una malvada antológica, que le valió su primera candidatura al Oscar. Un melodrama excepcional que resiste una y mil revisiones.
Jezabel (William Wyler, 1938): Como compensación por no haber obtenido el ansiado papel de protagonista en Lo que el viento se llevó, la Warner ofreció a Davis el de Julie, otra Escarlata O’Hara sureña cuyo egoísmo inicial le llevará a un purgatorio terrenal del que saldrá redimida. Segundo y último Oscar de su carrera (aunque sería candidata 8 veces más) y primera colaboración con Willian Wyler, uno de los más grandes directores de todos los tiempos. Juntos, nos regalarían otras obras maestras.
Amarga Victoria (Edmund Goulding, 1939): Un director mediocre, una historia que nos remite a un Estrenos TV de sobremesa, pero una película que se hace grande e inolvidable por la interpretación de una actriz. Su retrato de una enferma terminal intentando aprovechar sus últimos días conmueve y emociona.
La Carta (William Wyler, 1940): El flashback es aquí el recurso utilizado para engañar al espectador como la protagonista engaña a los que la rodean. Historia de una pasión desbocada con final trágico, La Carta es un todo un clásico del drama mezclado con elementos criminales. Incluso fue objeto de un remake protagonizado por Lee Remick.
La Loba (William Wyler, 1941): Regina Giddens es una de las cumbres de la carrera de Bette Davis. Despiadada y ambiciosa, la escena en la que deja morir a su marido en pleno ataque al corazón es una de las más impactantes que se han visto nunca en pantalla. La adaptación de la obra de Lillian Hellman queda como una conjunción de talentos extraordinaria y como un retrato del egoísmo plenamente vigente 68 años después.
La Extraña Pasajera (Irving Rapper, 1942): Uno de los mayores éxitos en taquilla de su tiempo. La protagonista es una solterona que huye en un barco de su vida anterior y se reinventa a sí misma para acabar encontrando el amor que buscaba. Otra mujer fuerte, que supera las restricciones de la época con la que se identificaron millones de espectadoras. Tal vez la película no ha soportado bien el paso de los años, pero queda como un interesante documento sociológico.
Más allá del bosque (King Vidor, 1949): Como no podía ser menos, la unión de Davis y King Vidor dio un resultado explosivo. Rosa Moline es una Madame Bovary americana, harta de su vida mediocre y de su bondadoso marido que no duda en tirarse de un coche en marcha para abortar y poder huir con su multimillonario amante. Desmelado melodrama donde los haya, toda una gozada para los amantes del género.
Eva al Desnudo (Joseph L. Mankiewicz, 1950): Obra maestra absoluta, situada entre las cien mejores películas de la historia por todos los que la han visto, este retrato sobre el mundo del teatro y sobre el mundo en general sigue teniendo una vigencia absoluta. Un guión perfecto, una historia absorbente y unas interpretaciones antológicas entre las que, además de una Davis que con una mirada fulmina y lo dice todo, sobresale Anne Baxter como la Eva del título, una trepa falsa y despiadada, capaz de cualquier traición por lograr sus objetivos.
¿Qué fue de Baby Jane? (Robert Aldrich, 1962): Un clásico del cine de terror, en el que la ex niña prodigio Baby Jane Hudson (Davis) hace la vida imposible a su hermana inválida, Joan Crawford, a la que envidia y detesta. Es legendario el enfrentamiento que las dos divas tuvieron en el set. Muchos años después Bette declaró “He encontrado las palabras para describir a Crawford, pero yo no uso ese vocabulario en público”. Inolvidable la escena de la rata.
El Aniversario (Roy Ward Baker, 1968): Con 60 años, Davis ya llevaba un lustro encasillada en papeles de vieja loca en películas de terror por el éxito de Baby Jane. El aniversario es seguramente su último gran papel. Ella está impactante como madre posesiva y despiadada (y con un parche en el ojo) en esta producción de la legendaria Hammer.
Joder, pues yo echo de menos ver una peli de ella en el TCM. El que dirige la programación en dicho canal debe ser un admirador de la susodicha, porque ví cantidad de pelis de ella, lástima que me quedase sin ese canal...
ResponderEliminarAmigo Flem. Estoy con los ojos como platos desde que he entrado a tu blog y a tu perfil. El que no hayamos coincido en Rec2 no cuadra con lo que dices que son tus preferencias, tanto en cine como en literatura. Suscribo tu exhaustiva lista de pelis y libros como mía.
ResponderEliminarLas diez películas que reseñas de la gran Bette Davis son todas obras maestras que no se cansa uno de ver y recordar. Yo hubiera puesto 11, pues no podría dejar fuera una increíble película Hammer, como El aniversario, dirigida (tambien) por Seth Holt: The nanny.
Saludos..
Bueno, puestos a poner 11 yo prefiero el Sr. Skeffington, de su época dorada haciendole la vida imposible al buenazo de Claude Rains, con lo que la quiere... Aunque luego ella acaba pagando.
ResponderEliminarLa Nanny está muy bien, también Canción de cuna para un cadáver, El bosque petrificado o Vieja Amistad en la que se tiró los trastos con Miriam Hopkins. Bueno, cualquier cosa de la Davis está bien, desde luego mejor que Pretty Woman que es la que ponen siempre en la tele.