Reconozco que he tardado en ver esta película debido a la alergia que me produce el cine argentino en general y el protagonizado por Ricardo Darín en particular. Si El hijo de la novia me pareció un drama sensiblero algo inaguantable, creo que su director Juan José Campanario (perdón, Campanella, cuanto mal hacen los programas del corazón) ha conseguido con El secreto de sus Ojos una de las propuestas más atractivas que nos ofrece la cartelera.
Mezclando amores imposibles con una absorbente trama policíaca, el filme recorre 30 años de la historia de Argentina con escasas pero contundentes referencias políticas. Y, por una vez, la verborrea sentimental habitual en las películas que nos llegan de allí se contiene, dando lugar a una de las más hermosas y subterráneas pasiones que se han visto últimamente, compuesta sólo por miradas abrasadoras.
Con una factura técnica impecable y un virtuosismo inesperado (la escena del estadio, que parece rodada en plano único, deja sin aliento), sobresalen los actores, especialmente Soledad Villamil (el secreto está en sus ojos) y (aunque parezca mentira) Ricardo Darín, menos sobreactuado y más convincente que nunca.
Mezclando amores imposibles con una absorbente trama policíaca, el filme recorre 30 años de la historia de Argentina con escasas pero contundentes referencias políticas. Y, por una vez, la verborrea sentimental habitual en las películas que nos llegan de allí se contiene, dando lugar a una de las más hermosas y subterráneas pasiones que se han visto últimamente, compuesta sólo por miradas abrasadoras.
Con una factura técnica impecable y un virtuosismo inesperado (la escena del estadio, que parece rodada en plano único, deja sin aliento), sobresalen los actores, especialmente Soledad Villamil (el secreto está en sus ojos) y (aunque parezca mentira) Ricardo Darín, menos sobreactuado y más convincente que nunca.
Aquí tambien estamos de acuerdo en cosas. El padre de la novia era bastante empalagosa y el cine argentino, en general, peca de sensiblero. Darín está aquí infinitamente más contenido y convincente que de costumbre. La secuencia del estadio es sencillamente memorable.
ResponderEliminarSaludos.
Era empalagosa pero seguro que casi llorais...
ResponderEliminarpor fin he leido un comentario sobre el plano del estadio... me pareció fascinante!
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