Lo que cuenta Corazón Rebelde parece que lo hayamos visto ya en mil películas aunque no recordemos el título de ninguna. Un cantante country en decadencia se pasa el día bebiendo, arrastrando su decrepitud, haciendo bolos en garitos infectos y acostándose con borrachas admiradoras que también vivieron tiempos mejores.
Naturalmente en su vida se colará un rayo de esperanza (para eso el cantante está en la tierra de las oportunidades) en este caso en forma de una joven periodista que se lleva el trabajo a la cama. Todo esto suena a Estrenos TV. Y poco más es este drama musical que lleva la firma de un director desconocido e inexperto (antes actor en películas de tercera) que maneja la historia con una corrección cercana a la mediocridad.
Sin embargo, Corazón Rebelde se ha llevado dos Oscars ¿Y eso?. Jeff Bridges al leer el guión debió dar saltos de alegría: Su personaje se pasa la película abrazado a la botella, vomitando, comiendo basura y exhibiendo patetismo. Además canta, toca la guitarra y enseña una barriga gigantesca. El viejo zorro sabía que esto era Oscar seguro y más cuando la academia se lo debía tras 4 candidaturas. De nada sirve que Jeremy Renner o Colin Firth nos hayan impresionado con personajes bastante más complejos. Este era el año de Jeff.
Junto a él, Maggie Gyllenhaal, que empezó haciendo de sumisa esclava sexual de su jefe (en una extraña película llamada Secretaria) pero que con el tiempo se ha pasado al más agradecido drama de sobremesa; y también Colin Farrel que canta el tema que se ha llevado el Oscar. Y es que este año han triunfado las historias de autosuperación. Esperemos que la moda pase pronto.
Naturalmente en su vida se colará un rayo de esperanza (para eso el cantante está en la tierra de las oportunidades) en este caso en forma de una joven periodista que se lleva el trabajo a la cama. Todo esto suena a Estrenos TV. Y poco más es este drama musical que lleva la firma de un director desconocido e inexperto (antes actor en películas de tercera) que maneja la historia con una corrección cercana a la mediocridad.
Sin embargo, Corazón Rebelde se ha llevado dos Oscars ¿Y eso?. Jeff Bridges al leer el guión debió dar saltos de alegría: Su personaje se pasa la película abrazado a la botella, vomitando, comiendo basura y exhibiendo patetismo. Además canta, toca la guitarra y enseña una barriga gigantesca. El viejo zorro sabía que esto era Oscar seguro y más cuando la academia se lo debía tras 4 candidaturas. De nada sirve que Jeremy Renner o Colin Firth nos hayan impresionado con personajes bastante más complejos. Este era el año de Jeff.
Junto a él, Maggie Gyllenhaal, que empezó haciendo de sumisa esclava sexual de su jefe (en una extraña película llamada Secretaria) pero que con el tiempo se ha pasado al más agradecido drama de sobremesa; y también Colin Farrel que canta el tema que se ha llevado el Oscar. Y es que este año han triunfado las historias de autosuperación. Esperemos que la moda pase pronto.
Para personajes borrachuzos me quedo con Nicolás Cage en Leaving las vegas y esa mítica frase..."no sé si mi mujer me dejó porque empecé a beber o empecé a beber porque mi mujer me dejó.
ResponderEliminar". Y según la Ceci para frase de borrachuzos en el libro "La tentación del fracaso" Julio Ramón Riveyro cita "mi vida es inconstante y entregada al instante puedo cambiar una copa por una mujer, una mujer por un cigarro, un cigarro por un libro, y un libro por otra copa de vino."
Estupendas las citas, esta bien recordar cuánto le gustan a la Academia los borrachos. No sólo Cage se llevó el Oscar, también Ray Milland por la tremenda Días sin huella. Muchas gracias "marinero"
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