lunes, 7 de junio de 2010

Kick-Ass

El cine de superhéroes parece inagotable. Cuando las adaptaciones y readaptaciones de Spiderman, Superman o Batman se repiten hasta el aburrimiento y el agotamiento absoluto de personajes quemados y achicharrados por historias vistas una y mil veces, surgen películas y cómics como Kick-.Ass, que pretenden renovar el género con algunas ideas supuestamente geniales:

1. Naturalismo: Realmente el superhéroe es una persona normal, todo puede tener una explicación verosímil e incluso los poderes un origen coherente. Christopher Nolan hacía esfuerzos ridículos por contar las aventuras tibetanas de Batman, que supuestamente aportaban lógica a lo que nunca podrá tenerla. Algo parecido sucede con Kick-Ass, en la que un palurdo de instituto aspira a salvar el mundo.

2. Internet: Por obra y gracia de las redes sociales y de Youtube, cualquier indocumentado puede alcanzar fama mundial. Esto probablemente sucederá en un futuro inmediato, aunque Kick Ass lo lleva a niveles decididamente exagerados pero por los que seguramente suspiran los fans del ídolo de masas John Cobra.

3. Violencia extrema: Los límites no existen. La moral tampoco. La venganza como valor absoluto, aunque ello implique ver a una niña de 10 años dando navajazos y convertida en estrella de la (sangrienta) función.



El director Matthew Vaughn, que no tiene abuela, dice que esto es el Pulp Fiction de los superhéroes. Nada más lejos de la realidad de un guión chusco y previsible (eso sí, barnizado con ruido y cierta brillantez visual) que sin embargo apasiona a muchos fans del cómic. Que ellos lo disfruten porque en breve llegará la segunda parte de Kick Ass y la cuarta (¡!!!) de X Men todas por obra del tal Vaughn. Conmigo que no cuenten.

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